Mejor respuesta
Los dos primeros hijos de Adán se mencionan en Génesis 4, versículos 1–2. “Y conoció Adán a Eva su esposa; y concibió y dio a luz a Caín, y dijo: He adquirido un varón de parte del Señor. Y volvió a dar a luz a su hermano Abel. Y Abel era pastor de ovejas, pero Caín era labrador de la tierra ”.
Entonces Abel habría sido el segundo hijo.
Sabemos que Caín mató a Abel, y el el próximo hijo mencionado después de Abel es Seth. Gen 5: 3 “Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen; y llamó su nombre Seth ”
En cuanto a cuántos hijos o hijas nacieron antes o después de Seth, no lo sabemos. Solo sabemos que él es el siguiente en mención.
Respuesta
Dios creó a Adán y Eva a su propia imagen y semejanza. Esta imagen y semejanza es el soplo de Dios que les sopló. Antes de eso, Dios hizo sus cuerpos de la tierra, producto del Tiempo. De ahí que Adán y Eva fueran la combinación del Tiempo y la Eternidad, sus cuerpos físicos y el aliento de la eternidad, la imagen y semejanza de Dios.
Al principio estaban en un estado de inocencia e ignorancia. Eran como niños pequeños, desnudos y sin vergüenza. No eran conscientes de su imagen y semejanza. Estaban más conscientes de sus cuerpos. De ahí el deseo de llegar a ser como Dios. Fue el deseo de tomar conciencia de lo inconsciente. Debido a que estaban en un estado de inocencia e ignorancia, proyectan su deseo hacia el futuro. No soy como Dios y quiero llegar a ser como Dios. Este camino externo no los lleva a su objetivo. Nunca podrán llegar a ser como Dios porque ya son como Dios. Cuando se den cuenta de la futilidad de lo externo, despertarán a su yo interior y se darán cuenta de que ya son como Dios. Esto sucedió en la vida de Jesucristo. Adán y Eva iniciaron el deseo, el tiempo, el devenir, el esfuerzo, el bien y el mal, el sufrimiento. María y Jesús detienen este Tiempo, desean abrirse a la eternidad y darse cuenta de que ya son como Dios.
Todos comenzamos con Adán y Eva y necesitamos despertar como María y Jesucristo.
Nuestra evolución espiritual es de la unidad inconsciente a la unidad consciente a través de la autoconciencia, el deseo, el Tiempo, el devenir. No hay un camino directo de la unidad inconsciente a la unidad consciente.