¿Una mujer transgénero es una mujer real?

Best answer

Creo que es importante comenzar recalcando el peligroso clima que genera este debate. Para mí la respuesta es clara y es: no.

Y, no obstante, soy completamente empática con el problema vital de las personas trans.

Creo que la clave se centra, en la misma tendencia que nos toca a todos como personas. Cuando una realidad nos hiere: preferimos negar esa realidad que trabajar para aceptar, y que eso nos deje en una posición desde la que podamos vivir con ello, sin sentirnos vulnerables.

No creo que caer en conductas radicales, agresivas, negacionistas e intolerantes, ayude mucho. Pues a menudo, es desde los colectivos que reclaman mayor tolerancia, desde los que se suceden respuestas que lo son menos y terminan encarnando el dogma y el radicalismo.

¿Es decir, resulta que uno tiene que dejar de creer en la ciencia, o dejar de tener derecho a cuestionar la realidad desde el respeto, para ser tolerante? Me atrevo a decir, sin lugar a dudas, que no puede existir una postura más radical e intolerante que, precisamente, esa.

Para mí una mujer trans, no es una mujer: lo cual no quiere decir que sea peor o mejor, que lo parezca más o menos, pueda tener los mismos derechos o pueda ser más bella o atractiva que muchas mujeres.

Tiene que ver con que en la vida: no todo es la apariencia, lo que deseamos o, lo que sentimos. Y ahí está la clave.

La ciencia no nace para agredir, nace para perseguir el conocimiento. Y ciencia y verdad, es decir conocimiento, no pueden ser manipuladas según nuestra opinión, sesgo, necesidad o deseo.

Desde mi amor a la ciencia y al conocimiento jamás podría decir que una mujer trans, es una mujer. Lo cual, no quiere decir que no reconozca la causa o el drama psicológico y social, que les acontece o que no esté de acuerdo con sus derechos.

Significa que mi amor por la ciencia y el conocimiento es mayor, que mi deseo por doblegar o permitir que otros dobleguen la realidad con sus deseos.

Yo puedo teñirme de rubia, o pelirroja, no tomar el sol en diez años y parecer, de hecho, pelirroja. Puedo sentirme más pelirroja que las pelirrojas: pero soy morena. Y, la ciencia y una cantidad de variables invisibles me describen. Igual puedo aparentar diez años más o menos, lo que no debilitará el hecho de que biológicamente, tengo una edad.

Ante esta realidad puedo ser honesta, o enfadarme y culpar al mundo. Pero ahí está esa evidencia científica. Otro asunto muy distinto, es que desde luego, jamás esto debería dar derecho a nadie para agredirme o no respetar mis derechos.

Puedo seguir actuando como pelirroja, sintiéndome pelirroja e incluso, defender mi derecho a vivirme como pelirroja, si es que ahí, considero, que está mi identidad.

Quizá el verdadero problema se halla, en que muchos encuentran en esta realidad biológica, la razón para agredir, o no respetar. Este es el problema.

El peligro de estos debates, insisto, está en sobrepasar la sana línea de reconocimiento de verdades, por ejemplo, la biología. El negacionismo de la ciencia es el mayor atraso que podría sufrir una sociedad libre. Y junto a ello, el radicalismo.

No solo las personas trans tienen que soportar, convivir o aceptar realidades que les hieren: lo hacemos todos y ese es quizá el aspecto que más está descuidando ese colectivo : el psiquiátrico y el psicológico. Otro aspecto psicológico importante está en el hecho de ¿por qué, una mujer transexual necesita equipararse y ser reconocida por mujeres que lo son, en términos biológicos, como una igual? ¿No es acaso esa la manifestación más transfóbica de las mujeres transexuales hacia ellas mismas?

Cabe señalar, lo necesario que es aceptar, que cualquier ser humano que pase por condiciones muy traumáticas y adversas, tiene un proceso terapéutico pendiente de sanación, para ser persona.

Creo que mitificar a personajes como La Veneno más que levantar referentes o ejemplos de lo que significa ser transexual, resultan en la idealización de las conductas más deplorables del ser humano.

Esto es, idealizar el desequilibrio psiquiátrico no creo que precisamente ayude a desestigmatizar, si no, por el contrario, a consagrarlo como seña identitaria del colectivo…luego no nos podemos quejar.

Porque estos personajes por espontáneos o graciosos que resulten (un rato), son ante todo representantes de lo que es la degradación más destructiva hacia los demás (inclusive otras transexuales) y hacia uno mismo.

En resumidas cuentas ¿en qué quedamos? ¿Quieren las mujeres transexuales ser juzgadas como iguales o con discriminación positiva por ser transexuales? Si la Veneno fuera una mujer nacida biológicamente mujer, no creo que estuviéramos pasando por alto la crueldad de sus flaquezas.Diríamos que fue alguien con una historia dramática y que, por no hacerse cargo de sus problemas psicológicos de la mejor manera, se convirtió en alguien demoledor y , verdaderamente, a temer.

Lo siento, ahí no podemos culpar continuamente al mundo, si no a lo que hizo de su vida cuando sí tuvo recursos y cómo se dirigió a sí misma.

La historia de cada día cuenta con multitud de personajes con dramas similares o mayores que son ejemplo de muchísima responsabilidad, bondad, generosidad, inteligencia y superación.

En mi opinión, el colectivo trans, está centrado rígidamente en lo físico, en la apariencia, en lograr la aceptación social, etc. Y sin dejar de lado, lo importante que pueda resultar todo esto, lo que más descuidan es la reparación y prepraración psicológica. Y en verdad, sucede que suele ser la razón que más vulnerables les vuelve y también, más les aleja de integrarse en sociedad.

¿Nadie se plantea que lo que puede apartar a alguien en innumerables ocasiones de una mujer trans, no sea siempre su transexualidad si no su comportamiento, su conducta y personalidad?

Es decir, no solo hay que preguntarse si la sociedad permite vivir a los transexuales sin discriminación, que eso es fehaciente. Hay que afrontar la cuestión de si las personas de este colectivo están siendo realistas y responsables a la hora de convivir en sociedad, adecuándose con civismo y estableciendo dinámicas agradables para los demás o imponiendo estilos de difíciles a muy poco sanos, en muchas ocasiones.(Yo no hubiera querido a La Veneno en mi comunidad y en mi repudio lo último que importa es si era transexual).

Resulta que los demás, que también tienen sus derechos no tienen por qué aceptar aspectos que, a menudo, acompañan a mujeres trans, y no tienen nada que ver con la razón concreta de la transexualidad si no con la perspectiva con la que están abordando el mundo muchas de ellas.

Answer

Es difícil de decir. En un tiempo creí que sí, pero al ver cómo se relacionan los trans, no creo estar tan segura.

El ejemplo más transparente lo vi en Miss Universo: se aceptó la participación de una persona trans, al mismo tiempo que se destituyó a una mujer nacida con cromosomas XX por el hecho de ser madre (y divorciada). Al parecer para ser considerada por el canon “bella” puedes haber nacido con cromosomas XY, pero lo que nunca debes hacer es algo característico de las personas nacidas XX, es decir, tener hijos.

Entonces podemos decir que hay una invasión, incluso del canon impositivo de belleza femenino desde lo masculino, donde los hombres pueden entrar, pero no una mujer que haya sido madre (?) (a este paso se podrían decir cosas como “hay hombres que como mujeres, son más bellas que muchas mujeres”)

Y no significa que yo sea transfóbica, me parece maravilloso que haya gente que pueda y quiera cambiar su género, pero para mí, parte de ser mujer es también haber vivido la educación, los roles, las expectativas que de mí se tenían (empezando por mi nombre, Dulce, y que en caso de haber sido varón hubira sido un nombre de guerrero, Héctor, por ejemplo), y opresiones características por el hecho de que la familia sabía, quizá desde antes de nacer, que yo era niña, desde las cobijitas rosas, hasta el tipo de ropa que me compraban y las conductas que me reforzaban y las que me reprimian,( incluso involuntariamente).

Y ésto, no siempre lo tienen las mujeres trans, ellas tendrán y habrán vivido sus propias opresiones y lo entiendo (obligarlos a ser “viriles”, a ser “masculinos” e incluso “agresivos”), pero que al final del día son diferentes a las mías porque yo nací con un cuerpo gestante y sé lo que es crecer con él.

Espero que mi respuesta no ofenda innecesariamente a alguna persona trans, entiendo lo que es no caber en el molde que la sociedad ha diseñado para tí basado en el género en que naciste, porque me ha costado romper el mío, pero también considero que las personas trans son una categoría diferente, ni hombres, ni mujeres, sino una categoría diferente, quizá hablar de un “tercer género”, para mí el problema no es aquello que se define como mujer, sino intentar definirño desde el binarismo y lo masculino como su “reverso”. No son opuestos para mí.

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